Incluso si fuéramos capaces de escribir un programa PL/SQL absolutamente perfecto, es altamente probable que algo pueda ir mal y se produzcan errores durante la ejecución. La manera en que nuestro código responde frente a estos errores, a menudo determina la diferencia entre una aplicación que funciona correctamente y otra que da continuos problemas a los usuarios y a los encargados de su mantenimiento.
Este es el primer artículo de una serie que escribiré sobre la gestión de errores en PLSQL. En ellos podréis leer sobre: los diferentes tipos de excepciones que se pueden dar; cuándo, cómo y por qué se generan excepciones; cómo definir nuestras propias excepciones; como manejar las excepciones cuando estas se producen; y cómo es posible informar a los usuarios cuando aparece un problema.